Encrucijada de Culturas to be continued...
Este es el título que le pondría yo a la exposición que tiene lugar en la Lonja de Zaragoza hasta el próximo día 15 de octubre. Agradezco enormemente el detalle de haberla prolongado una vez terminada la Expo porque eso me ha permitido visitarla.
Las primeras salas son una auténtica maravilla y en ella se encuentran obras venidas desde los lugares más diversos, como el Vidal Mayor (que, hay que fastidiarse, pero está en Los Angeles). Poder ver la espada con la que Alfonso I reconquistó Zaragoza , cuadros de Goya, Sorolla, o Zuloaga en las siguientes salas, o enterarme de que la primera edición del Quijote se realizó por una imprenta aragonesa es algo impagable. Como también lo es que gente de todos los países y comunidades autónomas reconozca tras la bandera de las cinco barras la enseña de Aragón.
Yo estaba fascinado viendo la exposición, hasta el punto de leerme todos y cada uno de los letreros con explicaciones, pero llegué al siglo XX y ahí es donde me indigné. Al parecer, salvo error por mi parte, alguien se ha olvidado de que durante la "Monarquía Constitucional de Alfonso XIII" se inauguró por ese mismo monarca, junto al Presidente de la República Francesa, una línea de ferrocarril que unía Aragón con Francia y por ende con el resto de Europa, es decir,el Ferrocarril Internacional de Canfranc. Al parecer este hecho no ha tenido ninguna trascendencia económica, ni social ni política para los autores de la exposición. Todo esto a pesar de que era una aspiración por la que el pueblo aragonés tuvo que luchar enormemente (con grandes manifestaciones al final del Siglo XIX), de la cantidad de personas que murieron en su construcción y de las auténticas obras maestras de ingeniería de la época que se encuentran a lo largo de la vía. Eso sin tener en cuenta su altísimo valor estratégico durante la Segunda Guerra Mundial , como recoge este especial que en su día le dedicó el Heraldo de Aragón.
Resumiendo: una foto habría bastado. Con la que publico habría sido suficiente. Pero es que no pusieron ni eso, ni una simple mención.
Pero lo que más me irrita de todo este asunto, es que debo ser el único que se ha dado cuenta. En fin, que así nos luce el pelo por esta tierra.
De cualquier forma, como me gusta ser positivo, sugiero a la Comisaria de la exposición, que si todo esto es sólo un error mío me lo haga saber y, si no, puede leerse el libro "Canfranc, el mito", que se ha reeditado este año y los libros de investigación de Ramón J. Campo para documentarse y poner algunas imágenes en los audivisuales del final.
Con ello habrá culminado una maravillosa exposición.
2 comentarios
Carlos -
Chorche -